viernes, julio 24, 2009

Antúnez y los municipios de oposición

Publicado el viernes, 07.24.09
Antúnez y los municipios de oposición
By ADOLFO RIVERO CARO

El pasado domingo, el conocido ex preso político cubano Jorge Luis
García Pérez (Antúnez), organizó personalmente el gobierno municipal de
oposición en Placetas. Es una noticia muy importante. Antúnez ha estado
buscando una forma efectiva de lucha contra la dictadura. Al parecer, la
ha encontrado. Vamos a explicarnos.

En Cuba existe una oposición, extendida por todo el país, cuya principal
tarea ha sido denunciar los crímenes y atropellos de la dictadura. Su
heroico trabajo ha conseguido que, una y otra vez, ésta haya sido
denunciada internacionalmente como violadora de los derechos humanos. Es
algo realmente extraordinario que ninguna disidencia de la Unión
Soviética o de los países de la Europa del Este pudo conseguir nunca.
Ahora bien, pese a sus enormes méritos, esa oposición sigue siendo
desconocida para la mayoría de la población.

Todo el pueblo cubano sufre las consecuencias de la política del
gobierno. Todo el mundo sabe que el sistema es radicalmente ineficiente.
Todos sufren los apagones, la falta de agua, de transporte, de
alimentos, la miserable situación de los hospitales. Ahora bien,
¿cuántos saben que hay una oposición que protesta contra la política del
gobierno y exige un cambio en la misma? Muy pocos. Al carecer de acceso
a todo medio de comunicación, la oposición no puede darse a conocer. De
aquí que, para la mayor parte de la población, no existe ninguna opción
real a la dictadura.

¿Cómo dar a conocer la oposición como una alternativa real de gobierno?
No es fácil pero tampoco imposible. Si la oposición no puede darse a
conocer nacionalmente, sí puede darse a conocer localmente. Y es
precisamente a nivel local donde la población sufre directamente los
problemas. Es por esto que los municipios de oposición o la llamada
ingobernabilidad democrática es la forma más importante de lucha contra
la dictadura castrista que se haya desarrollado en la isla desde hace
muchos años. Y Antúnez lo ha comprendido.

El régimen estableció toda una estructura de asambleas del poder popular
para que la población pudiera plantear sus problemas al nivel local.
Ahora bien, al no darle recursos, su única función real se ha vuelto
justificar la existencia de los mismos. Esos problemas, sin embargo,
sólo crecen y se agravan. Es lógico preguntarse, ¿para qué plantearle
problemas al mismo gobierno que los crea con su política de hostilidad a
la empresa privada? Esto no sólo es perder el tiempo sino que fortalece
al gobierno porque lo reafirma como la única fuente posible de
soluciones. Es un callejón sin salida. Hay que salir del mismo. Hay que
buscar nuevas formas de lucha.

En Cuba, la oposición cuenta con cientos de cuadros calificados. ¿Por
qué no establecer pequeños aparatos municipales con unos pocos
especialistas en las distintas áreas --transporte, electricidad, agua,
salubridad-- a los que la población pudiera hacerle llegar sus
dificultades? Ciertamente que el pueblo encontraría un mejor receptor de
sus problemas y la oposición se estaría preparando para ser un potencial
gobierno.

Los gobiernos municipales de oposición no están para resolver los
problemas creados por la dictadura. Su tarea es analizarlos a nivel
local, buscar la forma de resolverlos, casi seguramente con medidas
contrarias a la política del gobierno, y movilizar a la gente para que
exija su solución. ¿De qué los pueden acusar? Lo único que quieren es
resolver sus problemas. Nadie le impide al gobierno cambiar una política
fracasada. ¿No lo quiere hacer? ¿No está interesado en resolver los
problemas? Entonces el pueblo está moralmente justificado en buscar
personas que sí lo estén, que estudien sus problemas, propongan formas
concretas de resolverlos y movilicen a la población para exigirlo.

La dictadura pretende echarle la culpa de todos los problemas al embargo
americano pero los cubanos comprenden que ningún embargo puede
justificar que en Cuba no haya boniatos, que las frutas hayan
desaparecido o que se esté racionando la sal. Por favor. El gobierno
puede comprar todo lo que le haga falta en el resto del mundo. Es obvio
que la desesperada escasez en que vive la población no es sino una
consecuencia directa de la ineficacia de las empresas estatales y de la
feroz oposición de la dictadura a la empresa privada.

Una ventaja de esta forma de lucha es su radical descentralización.
¿Encarcelar a los que protestan porque nadie resuelve la falta de
transporte o tantos otros problemas? Si tenemos 169 municipios,
potencialmente tenemos 1690 luchadores sociales diseminados en cada
punto del país. Eso es prácticamente imposible de controlar. Y lo
fundamental, no existe el marco legal para reprimir a quienes plantean
demandas sociales y reivindican bienes y servicios que cualquier
gobierno debía de poder ofrecer.

¿Qué papel puede jugar entonces un dirigente nacional del calibre de
Antúnez? Lo que ha hecho. Estimular la creación de los municipios de
oposición locales y explicarles que son independientes (todos tienen sus
propios blogs) pero que no están aislados. Es una gran tarea y nadie
mejor que Antúnez para impulsarla. Ya hay municipios de oposición en
Artemisa, Placetas, Camagüey y Santiago. Y muchos más se están
preparando. Esto, en sí mismo, es un gran cambio. Y sólo está empezando.

www.neoliberalismo.com

ADOLFO RIVERO CARO: Antúnez y los municipios de oposición - Opinión - El
Nuevo Herald (24 July 2009)
http://www.elnuevoherald.com/opinion/v-fullstory/story/504260.html

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