jueves, julio 23, 2009

EL ACADÉMICO QUE ESCRIBÍA COMO UN FUNCIONARIO. RESPUESTA A ARTURO LÓPEZ-CALLEJA, ALIAS ARTURO LÓPEZ-LEVY

EL ACADÉMICO QUE ESCRIBÍA COMO UN FUNCIONARIO. RESPUESTA A ARTURO
LÓPEZ-CALLEJA, ALIAS ARTURO LÓPEZ-LEVY
2009-07-23.
Carlos Alberto Montaner, Periodista, Escritor, Político, Presidente de
la Unión Liberal Cubana

(www.miscelaneasdecuba.net).- En una web publicada en Suecia, Cuba
Nuestra, alguien se toma la molestia de escribir un artículo en mi
contra. Me lo mandan. Está lleno de una curiosa e inesperada hostilidad.
Lo recorre algo así como un estudiado rencor estratégico de funcionario
obligado al ataque. El tono no se compadece con una simple discrepancia
de opiniones. Lo firma un señor llamado Arturo López Levy.

Francamente, no sé quién es. No recuerdo haberlo conocido jamás.
Pregunto. Es un profesor cubano radicado en Denver, me dicen. Sigo
preguntando. Me extraña tanta ira. Los académicos no escriben así,
visceralmente. Esa prosa tiene un apasionado tufillo a periodismo
oficial cubano. Parece una cosa panfletaria y tosca de Juventud Rebelde.
Quizás por eso vale la pena responder.

Lo voy a hacer por medio de otra web cubano-sueca:
www.miscelaneasdecuba.net Una de las mejores con que cuenta la oposición
democrática. También, naturalmente, aparecerá en www.cubaliberal.org

Por fin doy con varias personas que lo conocen íntimamente de cuando
vivía en Cuba. La primera sorpresa es que no se llama Arturo López Levy,
sino Arturo López-Calleja y es pariente del yerno de Raúl Castro.
Interesante. Utiliza un alias. De dónde sacó el Levy, pregunto. De un
bisabuelo materno, me dicen. ¿Por qué cambió de nombre? Para penetrar la
colonia judía en Cuba, agregan. Luego se fue a Israel. ¿Penetrar?
¿Cumplía una misión? ¿Es un agente? Sí, afirman rotundamente.

Lo reclutaron cuando estudiaba en el Instituto Superior de Relaciones
Internacionales adscrito al Minrex. Entonces era un joven y prometedor
comunista. Fue oficial de las Fuerzas Armadas. Quien esto alega lo
conocía de aquellos años. ¿Esta información es record público, indago?
No lo sé, me responden, pero sin duda el FBI y los israelíes están bien
enterados. El expediente es abultado, añaden.

Nada de esto me consta. Tal vez sea falso o inexacto. No lo sé. No
quiero ser injusto y estas acusaciones no se desprenden de documentos
oficiales sino de personas que lo conocen. Yo he sido falsamente acusado
de terrorista y agente de la CIA por la Seguridad del Estado en una
campaña sistemática de desinformación y sé lo desagradable que puede ser
todo esto.

Ignoro, pues, si el señor López-Calleja, alias López Levy, es un agente
sembrado en el mundo académico, como el matrimonio Álvarez, o si se sólo
se trata de una persona aburrida con ganas de polemizar que utiliza,
inocentemente, la prosa del "aparato". Ya podrá él, si lo cree
conveniente, negar o aclarar estos puntos oscuros de su biografía, o tal
vez decida mantenerse callado.

En todo caso, lo que me resulta evidente es que el señor López-Calleja
no discute de buena fe. Su intención no es demostrar mis errores de
juicio, o mis pifias intelectuales, lo que sería legítimo, sino tratar
de probar mi supuesta incoherencia ética para descalificarme in totum,
práctica abominable para todo aquel que ame el fair play en cualquier
debate honrado.

Honduras.

¿Cómo lo hace? Primero, confunde y distorsiona lo que he escrito sobre
los recientes sucesos de Honduras (todos esos papeles se pueden leer en
www.firmaspress.com) para inmediatamente construir un absurdo silogismo:
"Montaner apoya el golpe en Honduras (lo que jamás he escrito); Montaner
dice ser un demócrata que quiere la democracia para Cuba (lo que es
cierto); ergo, Montaner es éticamente incoherente". O sea, aparentemente
no coincidir con la sesgada visión sobre el episodio de Honduras que
tiene el señor López-Calleja me incapacita moralmente en el tema cubano.

¿Por qué hay que tomar al pie de la letra la opinión de este caballero o
la información que maneja en un tema tan complejo como el hondureño?
¿Qué pasó realmente en Honduras? Una buena descripción, mucho más
ponderada, es la que hace el Dr. Ricardo Arias Calderón, ex
vicepresidente de Panamá, ex presidente de la Internacional Demócrata
Cristiana, uno de los grandes estadistas de América Latina, viejo
luchador por la libertad y el imperio de la ley, quien a su avanzada
edad está alejado de todo sectarismo:

"La crisis comenzó cuando el presidente Zelaya no presentó el
presupuesto en el año 2008 para su aprobación por el Congreso Nacional;
intentó destituir al jefe de las Fuerzas Armadas sin tener facultad
constitucional para ello, pero la Corte Suprema de Justicia se lo
impidió; insistió en una consulta popular, no prevista por la
Constitución Nacional de Honduras ni por la ley, sin explicar lo que
encontraba mal o inadecuado en la Constitución vigente y qué es lo que
deseaba que se modificara de ella".

"En Derecho Público los funcionarios únicamente pueden hacer aquello que
la ley explícitamente les permite, y el Presidente Zelaya, siendo el
mayor y más alto de los servidores públicos se salió de ese marco legal.
Todo indica que lo que buscaba, entre otras cosas, era poder volver a
reelegirse, siguiendo el ejemplo de Hugo Chávez.

"Más grave aún fue que desoyó las advertencias del Tribunal Supremo de
Elecciones, de la Corte Suprema de Justicia, de la Procuraduría de la
Nación, de la gran mayoría de miembros de gobierno y oposición del
Congreso, y entre otros del Defensor de los Derechos Ciudadanos quienes
le advirtieron que lo que intentaba hacer era ilegal y que no podían
avalarlo".

"La Iglesia encabezada por Cardenal Oscar A. Rodríguez, y todos los
obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.) en un
comunicado de prensa del 2 de julio apoyan la decisión de retirar al
presidente Zelaya de su cargo por cuanto que al violentar el artículo
constitucional 329, cesó de inmediato, tal como reza la norma, en el
desempeño del cargo; y solicita a la O. E. A. que preste atención a
todos los actos de ilegalidad que por mano del presidente Zelaya venían
sucediendo.

"Las Iglesias Católica y Evangélica, en conjunto han dado su apoyo al
nuevo gobierno dirigido por el liberal Roberto Micheletti Baín,
presidente del Congreso Nacional en funciones ejecutivas. El documento
de la C.E.H. afirma que en Honduras "las instituciones del Estado
democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en
materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho. Los tres poderes del
Estado… están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución".

El liberalismo.

¿Es Ricardo Arias Calderón un propagandista como los de Granma, pero al
revés, como dice de mí el señor López-Calleja? ¿Lo son el respetado
cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga y todos los obispos hondureños? ¿Lo
son los centenares de analistas y articulistas que encuentran que en
Honduras se ha producido un choque de poderes? Pero si absurda e injusta
es esa descalificación moral que pretende imponerme por el tema de
Honduras, cuando entra en el terreno ideológico sus alegatos se vuelven
casi cómicos.

Asegura el señor López-Calleja (con una metáfora bastante pueril, por
cierto), que mi "supuesto pensamiento liberal es un closet de
contradicciones más grande que el teatro nacional" porque no coincido
con Milton Friedman o con mis amigos libertarios del Cato Institute en
el tema del embargo o en el de los viajes de los no cubanos a la Isla.

Podría decirle que tampoco coincido con Friedman en su propuesta de
eliminar los bancos públicos de emisión de moneda, pero eso me llevaría
a explicarle que el liberalismo no es una secta dogmática, como el
partido comunista al que él perteneció, y nada tiene que ver con las
rígidas supersticiones del marxismo leninismo en que se formó, sino que
se trata de una corriente abierta a muchas tendencias e
interpretaciones, como puede comprobar cualquiera que asista a una
reunión de la Mont Pelerin y escuche al propio hijo de Milton Friedman,
el brillante David, mostrar respetuosamente su desacuerdo con algunas
posturas de su augusto padre.

Es una lástima que los años de formación académica norteamericana no le
hayan servido al señor López-Calleja para saber que el respeto por el
pensamiento ajeno no significa la sujeción incondicional a todas sus
ideas o propuestas, aunque disculpo su opinión porque me figuro que son
las viejas secuelas que le quedan de cuando aplaudía sin chistar
cualquier estupidez proferida por el dictador cubano, como me cuentan
quienes entonces fueron sus compañeros de estudio y recuerdan su
encendida militancia.

En todo caso, si el señor López-Calleja desea conocer los fundamentos de
mi interpretación personal del pensamiento liberal, puede adquirir en
Amazon todos o algunos de los cinco libros que he escrito sobre el tema:
Libertad, la clave de la prosperidad, No perdamos también el siglo XXI,
La libertad y sus enemigos, Las columnas de la libertad y La última
batalla de la guerra fría.

Sin ánimo de ofender, entre otras razones porque no creo que el señor
López-Calleja tenga un pelo de tonto, creo que también se beneficiaría
del Manual del perfecto idiota latinoamericano y de El regreso del
idiota, estos últimos escritos en colaboración con Álvaro Vargas Llosa y
Plinio Apuleyo Mendoza. Algunas personas me han confesado que
entendieron mejor los problemas del desarrollo tras repasarlos.

Finalmente, como veo que el señor López-Calleja se interesa en los
postulados del liberalismo y acaso esté en una fase primaria de
conversión, termino con un credo liberal muy elemental que alguna vez
recogí en una charla organizada por la Internacional Liberal dirigida a
jóvenes estudiantes deseosos de precisar cuál era el mínimo común
denominador del pensamiento liberal:

"¿Qué creen, en suma, los liberales? Los liberales sostenemos siete
creencias fundamentales extraídas, insisto, de la experiencia, y todas
ellas pueden recitarse casi con la cadencia de una oración laica:

• Creemos en la libertad y la responsabilidad individuales como valor
supremo de la comunidad.

• Creemos en la propiedad privada, para que ambas −libertad y
responsabilidad− puedan ser realmente ejercidas.

• Creemos en la convivencia dentro de un Estado de Derecho regido por
una Constitución que salvaguarde los derechos inalienables de la persona.

• Creemos en que el mercado −un mercado abierto a la competencia y sin
controles de precios− es la forma más eficaz o menos imperfecta de
realizar las transacciones económicas.

• Creemos en la supremacía de una sociedad civil formada por ciudadanos,
no por súbditos, que voluntaria y libremente segrega cierto tipo de
Estado para su disfrute y beneficio, y no al revés.

• Creemos en la democracia representativa como método para la toma de
decisiones colectivas, siempre y cuando se respeten los derechos de las
minorías.

• Creemos en que el gobierno −mientras menos, mejor−, siempre compuesto
por servidores públicos, totalmente obediente a las leyes, debe estar
sujeto a la inspección constante de los ciudadanos".

Amén.

EL ACADÉMICO QUE ESCRIBÍA COMO UN FUNCIONARIO. RESPUESTA A ARTURO
LÓPEZ-CALLEJA, ALIAS ARTURO LÓPEZ-LEVY - Misceláneas de Cuba (23 July 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=21887

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