viernes, julio 17, 2009

El dilema de Obama en Cuba

El dilema de Obama en Cuba
17-7-2009 02:55:56

EL presidente Barack Obama ha hecho bien al pedir una nueva suspesión de
seis meses de la aplicación de ciertos aspectos de la ley Helms-Burton,
y no sólo porque es la misma política que han seguido todos sus
antecesores en el cargo -demócratas y republicanos-, sino porque es lo
correcto. El embargo debería ser eliminado en su totalidad porque es una
situación anacrónica y contraproducente para lograr los objetivos de
apertura y democratización de Cuba. Después de cuatro décadas largas, el
embargo se ha convertido en el mejor pretexto para que la dictadura
cubana no tenga que justificar ante sus ciudadanos su estrepitoso
fracaso en la gestión de la economía de un país que era lo bastante rico
cuando Fidel Castro llegó al poder como para recibir emigrantes
españoles en busca de fortuna.

Otra cosa muy distinta es el significado que la nueva Administración le
quiera dar a este gesto ritual, que se repite obligatoriamente cada seis
meses. Como en muchos otros aspectos de la política exterior
norteamericana, Obama se complace en abrir puertas y tender manos en
todas direcciones. En el caso de Cuba, lleva a cabo conversaciones
migratorias que pueden ser meramente técnicas, pero también ha cometido
la frivolidad de aceptar su regreso incondicional a la Organización de
Estados Americanos (OEA), cuando es más que evidente que no cumple la
carta democrática de la organización. Además de que la dictadura cubana
fue la primera en mofarse de semejante concesión, diciendo que no le
interesaba el ofrecimiento, lo sucedido después en Honduras pone de
manifiesto que la OEA se ha convertido en una marioneta dirigida por el
caudillo venezolano Hugo Chávez y que ha perdido su capacidad arbitral
para ser un factor que fomenta la división.

La palabra de Estados Unidos en la defensa de la democracia y las
libertades en el mundo ha sido vital hasta ahora. Sería catastrófico que
la Administración Obama lanzase mensajes equívocos o confusos sobre los
valores que defiende y los que ignora. Por más que lo desee, el
presidente norteamericano no puede tener buenas relaciones con todo el
mundo, y en Iberoamérica hay en estos momentos una lucha colosal entre
las fuerzas populistas del «socialismo bolivariano» y aquellos que
tratan de resistir en frágiles sistemas democráticos, por lo que -tarde
o temprano- tendrá que elegir de qué lado está, a quiénes tiene que
denunciar y a quiénes es necesario proteger.

El dilema de Obama en Cuba - Opinión - Editoriales - Abc.es (17 July
2009)
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-17-07-2009/abc/Opinion/el-dilema-de-obama-en-cuba_922604619538.html

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