viernes, julio 24, 2009

La última moda de Cuba?

¿La última moda de Cuba?
Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - No hay que viajar por el
Caribe y mucho menos darle la vuelta al globo terráqueo para saber que,
de todos sus habitantes, los cubanos que viven en la Isla son los que
peor se visten. Los hombres andan sin camisa por las calles, con
pantalones viejos convertidos en shorts bien cortos y zapatos rotos
transformados en chancletas. Así se sientan en las cafeterías, van a las
tiendas, parques y montan en los ómnibus, sin vergüenza. Mañana, tarde y
noche. Casi como Dios los trajo al mundo, como si fuera la última moda
de Cuba.

El pasado 7 abril el periódico Granma publicó una crónica titulada ¿Es
moda andar sin camisa?, de la periodista Lourdes Pérez, quien se
cuestiona si el andar sin camisa en Cuba es una moda.

Por supuesto que no. Moda es otra cosa: el peinado masculino de
trencitas o pinchos, los tatuajes en forma de caracteres japoneses o con
imágenes de águilas y leones con las fauces en primer plano, pañuelos
con la bandera norteamericana en la cabeza, o alrededor del cuello, y
algo muy reciente entre los varones: el afeitado de cejas, pecho y hasta
del cuerpo entero, al estilo metrosexual, algo que, según dicen, atrae a
las chicas. Pero andar sin camisa, casi desnudos, digan lo que digan, es
francamente una necesidad en Cuba. La ropa que vende el Estado a la
población que no recibe divisas -la mayoría- es reciclada, alguna más
usada que otra, y hasta podrida.

Pablo, ex combatiente internacionalista de 70 años, es uno de los que
anda por Santa Fe, pueblo situado al oeste de Ciudad Habana y en el cual
vivo, casi en cueros. Le pregunto si no tiene ropa adecuada y me
responde, risueño:

-No, los pocos pesos de mi jubilación no los desperdicio en las
"trapishopings".

"Trapishopings" hay en todo el país. Así las llaman. Según la prensa
oficial ofrece a la venta tres tipos de ropa: de primera, segunda y tercera.

La ropa de tercera es la que se vende a precios más bajos. Por ejemplo,
una camisa o un pulóver, veinte pesos (casi un dólar); un pantalón,
treinta pesos. Es importante recordar que el sueldo mensual de un
trabajador no universitario no sobrepasa los 300 pesos. La ropa de
primera se vende en tiendas misteriosas, sin vidrieras, cerradas a cal y
canto, y su venta se realiza a través de un sistema de asignaciones a
través de los centros laborales, para profesionales como periodistas,
fiscales, médicos, etc. y dirigentes de nivel medio. A estas personas se
les da a veces un bono que los autoriza a comprar cierta cantidad de
esta ropa usada de mejor calidad, considerada "de primera".

Volviendo al artículo de Granma (como para morirse de risa), tal parece
que la colega atribuye la necesidad de andar casi en cueros al
calentamiento global. Lo considera indecoroso y antiestético. La colega,
claro, no va al meollo del problema. Ella sabe que como las calles
habaneras, que están sucias, rotas y llenas de basura, muchos cubanos se
visten con ropas viejas, y a veces de harapos. Muchos son trabajadores,
jubilados, ex combatientes internacionalistas de guerras ajenas y, sobre
todo, desempleados, cuya cifra exacta no se revela pero que pueden
llegar al millón, en una población de poco más de once millones de
habitantes. La miseria y la falta de empleo son las principales causas
por la que se ve a tanta gente con apariencia de mendigos por las calles
de Cuba; o como dice Granma: a pecho descubierto.

Cuba: ¿La última moda de Cuba? (24 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/24_C_3.html

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