miércoles, julio 08, 2009

Pan y circo

Pan y circo
Vladimiro Roca

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - El rechazo del Tribunal
Supremo de Estados Unidos al recurso de apelación interpuesto a favor de
los cinco espías cubanos, por considerar que no se había violado la ley,
ha servido para marcar la pauta del circo del gobierno y la prensa
cubanos en este complejo y candente verano.

Esta decisión, esperada por la mayoría de los especialistas y
conocedores del sistema judicial estadounidense, sirvió para que los
mandantes de La Habana la utilizaran como pretexto para distanciarse de
la posibilidad de entablar cualquier tipo de negociaciones con el
gobierno norteamericano, que pudiera conducir a un mejoramiento de las
relaciones entre ambos gobiernos y, quizás, a un mejoramiento de las
condiciones de vida del pueblo cubano.

Para ello usan el argumento de que el presidente Obama puede y debe
amnistiarlos, tratando de mostrar al pueblo que es una decisión política
que puede tomar, pasando por encima del sistema judicial, como siempre
ha hecho en Cuba la dictadura de los Castro.

Por eso, aparte de marear al pueblo con las mesas redondas, continuarán
gastando el dinero, que le niegan para mejorar su precaria situación, en
campañas internacionales y compra de voluntades a favor de la liberación
de los 5 espías. Liberación que, indudablemente, se producirá a medida
que vayan cumpliendo sus sanciones.

Otro de los platos fuertes del circo gubernamental es la campaña de
ahorro energético, más concentrada en la prensa plana, donde le dedican
amplios espacios.

Al igual que la anterior, está dirigida a marear a la población y evitar
que el pueblo se de cuenta del enorme gasto en que incurre el gobierno
en planes ineficientes, que para nada resuelven los problemas. Además,
para desviar la atención de la enorme carga de sacrificios que sitúa el
desgobierno castrista sobre los ya cargados hombros de la sociedad.

Otro suceso que ha venido a alimentar la carga de circo de los medios de
difusión, fue la detención y expulsión de Honduras del presidente Manuel
Zelaya, que ha disfrutado de mesas redondas extraordinarias desde el
domingo 28 de junio. Ha sido tal el impacto, al menos en mi barrio, que
dejó fuera de las discusiones de esquina la quedada, en Holanda, de
Aroldis Chapman, el mejor prospecto de pitcheo de Holguín y la selección
nacional.

Es tanto el revuelo que ha suscitado en mi barrio las noticias de
Honduras, la decisión de la OEA y el posible regreso de Zelaya al país,
que se han hecho apuestas, unos por el regreso y otros porque no; algo
que se hace con los juegos de béisbol entre equipos con mucha rivalidad,
como Industriales y Santiago de Cuba o Industriales y Villa Clara.

Además, se me han acercado varios vecinos para decirme: "¿Viste lo de
Honduras, qué me dices?", "Se jodió Zelaya, no hay regreso", "Chávez que
ponga sus barbas en remojo, que a lo mejor es el próximo", y otras
expresiones y comentarios. Lo que me llama la atención es que todas esas
manifestaciones han sido hechas con alegría. ¿Será que están viendo en
los sucesos de Honduras el inicio del conteo regresivo para los
gobiernos de izquierda totalitaria en América Latina, Cuba incluida?

Entre tanto, el verano avanza caliente. Ya comenzaron las vacaciones
escolares. Hay mayor presencia de jóvenes y niños en las calles. Se
incrementa la presión sobre el transporte hacia las playas y lugares de
recreación. Se han suspendido salidas de ómnibus de las distintas
terminales por falta de combustible. Los apagones, programados o no,
comienzan a irritar a la población, que recuerda con rabia aquellos que
duraban hasta 18 horas en la década de los 90.

Al mismo tiempo, se perfila la respuesta de las autoridades: represión.
Se nota un incremento sustancial de la policía en las calles de La
Habana. Continúa la instalación de cámaras de vigilancia en las
principales avenidas y sitios públicos. Los desmanes y abusos de las
fuerzas represivas aumentan día a día.

No hay un día que salga a la calle que no escuche quejas de los
ciudadanos sobre las arbitrariedades de los uniformados. La mayoría de
la población los califica como hijos de p… He tratado de interceder por
ellos, alegando que son también victimas del sistema, pero la respuesta
unánime ha sido: "Son hijos de p… y esbirros, pues reprimen a la
población con mayor saña que los miembros de la seguridad del Estado".

En el aspecto económico, los incrementos en los salarios de los maestros
a partir del próximo curso escolar, la autorización del pluriempleo y
una limitada entrega de nuevas licencias de trabajo por cuenta propia
para personas de la tercera edad, parece ser todo lo que, sobre reformas
económicas, hará el gobierno de Raúl Castro. La máxima de los césares:
"Al pueblo hay que darle pan y circo y, a falta de pan, más circo" no
creo que funcione a estas alturas del juego.

La falta de soluciones a los problemas de la sociedad: vivienda, comida,
transporte, falta de perspectivas de mejoría de los cubanos, el
desasosiego e irritación de la población, pronostican un verano difícil
y cargado de tensiones. Con el índice de violencia en aumento, la mezcla
de estos elementos puede llevar a una salida no deseada y fuera del
control del Estado totalitario.

¡Ojo! La paciencia del cubano puede estar llegando a su fin. Que se
cuiden la gerontocracia castrista y los nuevos oportunistas. La
vergüenza puede hacer milagros.

Pan y circo (8 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/08_C_4.html

No hay comentarios.: