viernes, julio 10, 2009

Viejos chistes, realidades mutables

Sociedad
Viejos chistes, realidades mutables

Los jóvenes de hoy, como los del machadato y el batistato, saben que la
dictadura retrocede, y se ríen de ella como pueden.

José Prats Sariol, México DF | 09/07/2009

El remake atrae. Un músico mexicano, que acaba de estar en El Hurón Azul
de la UNEAC, me lo cuenta: "Le avisan al Diablo que murieron Obama,
Putin y Castro. Corre-corre en el Noveno Círculo. El Diablo decide que
Napoleón presida el recibimiento. Allí se coloca con su tricornio y la
mano escondida en la camisa. Llega Obama. El emperador le da un abrazo,
dice: 'Si Francia hubiese tenido la eficiencia, el saber hacer de
Estados Unidos, otra hubiera sido la suerte en Waterloo. Adelante,
galera 4 de julio'. Entra Putin: '¡Ah, Rusia, si los franceses
tuviéramos el arrojo, el fanatismo de ustedes, hubiésemos derrotado a
los ingleses en Waterloo'. Al fin entra Castro: 'Comandante, lo
esperábamos hace tiempo. Ay, si Francia hubiese tenido un periódico como
Granma, nadie sabría que perdimos la batalla de Waterloo'".

Lo curioso es que el chiste, antes de Reagan y Gorbachov, yo también lo
había oído en la UNEAC, hace más de tres décadas. ¿Por qué se repite en
2009, con los cambios lógicos de nombres y la permanencia ilógica de Castro?

Salto lo evidente, Granma continúa con las mismas directrices:
triunfalismo, silencio o manipulaciones hacia las noticias nacionales;
catastrofismo, silencio o politiquería hacia lo que ocurre en el mundo.
Ya se sabe cómo interpreta la libertad de expresión el diario con nombre
de yate, de abuelita yanqui.

Una evidencia plausible, pero que tampoco exige hurgar demasiado, se
halla en la ausencia de cambios significativos en el régimen, bajo las
mismas supersticiones y alucinaciones ideológicas de la "izquierda", que
con la "derecha" señala hacia los hermanos Castro.

Le pregunté al músico si conocía al cubano que le hizo el chiste. Me
respondió que la noche antes, en un club. Le pregunté si el gracioso
estaba borracho. "Para nada", me aseguró. Quise saber quiénes estaban a
la mesa. "Una pareja cubana", me dijo. ¿Rieron también? "¡Claro, aunque
lo habían oído!". ¿Más o menos qué edad tenían? "Alrededor de treinta".

¿A propósito de qué cayó la burla al Granma? "Porque ese día publicó que
si seguían ahorrando, no habría apagones en las casas". No entiendo,
afirmé. El músico sonrío: "Es que la pareja no había podido pegar un ojo
en toda la noche, mirando al ventilador a ver si arrancaba".

'La isla que se repite'

Lo ocurrido parece un homenaje al título de un imprescindible ensayo
sobre el Caribe del fallecido narrador cubano Antonio Benítez Rojo: La
isla que se repite, que reseñé en cuanto apareciera la edición en
español, hace once años (Casiopea, Barcelona, 1998).

Pero hay nuevos ingredientes: Nunca en los setenta se le hubiera hecho a
un extranjero recién conocido, de lo que se infiere un ligero aumento
del desenfado, menos miedo a la represión gubernamental. Los jóvenes de
hoy parecen menos adheridos al mito "revolucionario" (sic). Al menos
expresan con mayor naturalidad sus quejas y quebrantos.

Otras inferencias del chiste que se repite, aunque con más conjeturas,
involucran al Período Especial que sobreviene tras el desmerengamiento
del comunismo, poco después de 1998. Junto con el fin del "campo
socialista" cae el soporte ideológico.

La burla al sistema ya no se enfrenta al marxismo-leninismo. No hace
falta, rueda de una forma corriente, llana, sin remitir a la "dictadura
del proletariado", es decir, sin justificar al Granma como una "etapa de
transición", una necesidad en la construcción de la "sociedad sin
clases", en el enfrentamiento al "imperialismo, fase superior del
capitalismo".

Los tres jóvenes de la UNEAC no titubean, como le ocurrió a mi
generación, ante el burdo totalitarismo del órgano del Partido. Ríen
mejor. Su choteo se acerca al de la primera República (1902-1958) en sus
gobiernos dictatoriales.

Quizás esa espontaneidad comunicativa —circuito emisor-receptor— sea
producto de un buen augurio: Como los jóvenes cuando el machadato y el
batistato, saben que la dictadura retrocede, que el final, por cualquier
vía, está cerca. El tono irónico y despectivo que aparece en los blogs
muestra un choteo como inminencia de cambio.

Aunque nacieron cuando ya los medios informativos eran un monopolio del
Poder, sus reacciones no son ni siquiera escépticas. Sencillamente
—ahora con acceso a blogs y correos electrónicos— no creen ni una
palabra, están inmunizados contra el discurso oficial porque se
comunican mejor, aun por intranet y los portales permitidos, como
Infomed, donde ya circulan —por ejemplo— comentarios al video oficial de
los truenes a Lage, Pérez Roque y los otros defenestrados de la élite.

Al músico le hice otro chiste de época, pero sin reciclar: Un hombre que
todas las mañanas compraba el Granma en el puesto de Santa Catalina y 10
de Octubre, le tiraba una ojeada a la primera página y allí mismo lo
dejaba. Hasta que el intrigado vendedor le preguntó por qué lo hacía.
"Es que busco el obituario". "Pero el obituario aparece en la página 2".
"No, señor, el que yo espero saldrá en primera plana".

¿Lo conocerán los tres jóvenes de la UNEAC? Quizás no les interesa, es
tan viejo que lo dan por muerto.

© cubaencuentro.com

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cubaencuentro.com (10 July 2009)
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